El desfasaje entre la devaluación mensual y la inflación que tiene la economía argentina encarecen la producción de cualquier bien tanto si se la mide en pesos o en dólares, lo que resta competitividad y limitan el acceso a los mercados internacionales.
“Si no tuviéramos la quita de derechos de exportación, con el retraso cambiario que hay las exportaciones serían inviables. Hoy tenemos el mismo dólar de septiembre del año pasado. La inflación se comió toda la devaluación y el beneficio del dólar 80/20. Sin la quita de retenciones no se podría exportar”, analizó Jorge Giraudo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
CPN Jorge Giraudo, Director del OCLA
A esta situación se agrega que el mercado internacional no tiene malos precios, pero tampoco se están afirmando.
En el caso de Brasil, a donde se despacha la mayor parte de lo que exporta la Argentina, el valor promedio es de 3800 dólares. Por eso la generación de divisas, que fue de 560 millones de dólares, bajó 3% respecto del periodo enero a mayo de 2023.
La quita de derechos de exportación es reclamada por el sector agropecuario desde hace mucho tiempo. En su reciente paso por la Exposición Angus de Otoño, el presidente Javier Milei dijo que una vez que se acomoden las cuentas fiscales iban a sacar primero el impuesto PAIS y luego los derechos de exportación. Pero no puso plazos.
Esas declaraciones llevaron algo de calma, renovaron el voto de confianza de los productores, que de todos modos saben que sus tiempos son más cortos que los de la política y que requieren de medidas sectoriales y macroeconómicas urgentes para no seguir perdiendo competitividad exportadora y rentabilidad sobre todo en negocios como el lechero y el de la carne vacuna