Producir XXI, octubre 2022

¿Tercera “la niña” consecutiva o transición hacia un estado neutral?

Ing. Agr.  Eduardo M. Sierra

Especialista en Agroclimatología

norteada@yahoo.com

Desde el inicio del año climático 22/23, en el pasado mes de julio, la mayoría de los medios vienen insistiendo en que el evento doble de “La Niña”, que se extendió sin interrupción durante las temporadas 20/21 y 21/22, se prolongará durante la temporada 22/23, produciendo un fuerte impacto sobre la producción.

Lo que estas versiones no tienen en cuenta es que el clima riguroso observado en la temporada 21/22 no se debió sólo a la intensidad de fenómeno de “La Niña”, que en sí misma fue débil (Figura 1), sino a una marcada actividad de los vientos polares, que inundaron el Cono Sur con una vigorosa masa de aire seco, obstaculizando la entrada de aire tropical húmedo, con la consecuente reducción de las lluvias, y produciendo inviernos gélidos y veranos tórridos, ya que sobre los suelos secos, la amplitud térmica, tanto diaria como anual, se magnificó.

Por lo tanto, para comprender cabalmente el proceso en marcha, no sólo es necesario tener en cuenta las anomalías térmicas en el Pacífico Ecuatorial Central (Zona “El Niño” 3.4), que constituyen el índice en lo que hace a “El Niño”/”La Niña”, sino también la actividad de los vientos polares, cuyo vigor resulta crítico.

En tal sentido, el análisis de los informes difundidos por las instituciones más prestigiosas permite inferir que, aún las más pesimistas, como es el caso de la NOAA estadounidense (Figura 1), no prevén un tercer episodio de “La Niña”, sino una transición hacia una fase de tipo “Neutral Cálido”, al mismo tiempo que pronostican una gradual reducción de la actividad de los vientos polares:

En tal sentido, el análisis de los informes difundidos por las instituciones más prestigiosas permite inferir que, aún las más pesimistas, como es el caso de la NOAA estadounidense (Figura 1), no prevén un tercer episodio de “La Niña”, sino una transición hacia una fase de tipo “Neutral Cálido”, al mismo tiempo que pronostican una gradual reducción de la actividad de los vientos polares:

  • Invierno 22: La temporada 22/23 comenzó en un estado “Neutral Frío”, con una anomalía térmica de -0,8 °C, finalizando en un estado de “La Niña Débil”, con una anomalía térmica de 1,0 °C, a lo que se unieron vientos polares extremadamente fuertes, que exacerbaron el fenómeno, causando amplias extensiones de sequía y un régimen térmico con frecuentes e intensas heladas.
  • Primavera 22: Comienza en un “Neutral Frío” y observará una reactivación tardía de “La Niña”, que alcanzará su mayor intensidad hacia mediados de Noviembre, retornando a un “Neutral Frío” hacia fines de Diciembre, finalizando el prolongado mandato de “La Niña”, iniciado en Julio de 2020, mientras que los vientos polares irán en disminución, reduciendo su aporte a la severidad del proceso.
  • Verano 23: Experimentará un progresivo calentamiento, pasando de “Neutral Frío “, al comienzo del proceso, a un “Neutral Absoluto” (Anomalía Nula), al final de la estación, a lo que su unirá una actividad de los vientos polares menor a la que tuvieron en las temporadas anteriores.
  • Otoño 23: Registrará un calentamiento dentro del rango “Neutral Cálido”, siendo probable que los vientos polares se mantengan en su rango normal.

Lo expuesto indica que la temporada 22/23 debe verse como un proceso de transición entre las condiciones severas causadas por “La Niña” y los vientos polares en la temporada 21/22, y las condiciones más benignas, tal vez tipo “El Niño”, que pueden esperarse en la temporada 23/24.

A lo largo del proceso de transición en marcha, el sistema climático continuará mostrando perturbaciones, haciendo necesario un manejo riguroso y el uso afinado de tecnología disponible.