Producir XXI, enero 2025

Perspectivas climáticas en los próximos meses

Ing. Agr.  Eduardo M. Sierra

Especialista en Agroclimatología

norteada@yahoo.com.ar

+54 9 11 4440-9309

Un verano que comenzó fresco y más seco que en años promedios, luego se irá acomodando y el otoño, con variaciones zonales, pero más fresco y más seco que lo normal.

Enero, breve Niña

Durante enero, el episodio frío, que se desarrolla en el Pacífico Ecuatorial, atravesó su máximo, alcanzando brevemente el nivel de una “La Niña Débil” (Área en celeste en la Figura 1), entrando luego en su etapa de disipación.

Aunque débil en sí misma, esta amenaza se ve potenciada por una persistente acción de los Vientos Polares, que se encuentran activados sobre su nivel normal, como lo muestra el extenso enfriamiento del Litoral Pacífico del Cono Sur y del estrecho de Drake, que separa Sudamérica de la Antártida (Área en celeste en la Figura 1).

Figura 1: Precipitación Relativa Observada en (%) Octubre y Noviembre de 2024

CLAVE PRECIPITACIÓN RELATIVA: Relación porcentual entre la lluvia registrada o prevista y el promedio normal 1991-2020: Tonos de Celeste a Azul indican valores sobre lo normal; Tonos de Verde, registros dentro del rango normal; y tonos de Amarillo a Rojo, valores bajo lo normal.

 

Contrariamente a la imagen que suele tenerse, el fenómeno de “La Niña” no mantiene una intensidad uniforme a lo largo de su desarrollo, que usualmente se extiende desde el invierno de un año hasta el Otoño del siguiente, sino que va pasando por etapas de distinta intensidad, siendo débil durante el invierno y el inicio de la primavera, activándose a mediados de la primavera, alcanzando su máximo durante el verano, y disipándose durante el otoño.

Las rigurosas condiciones registradas en el invierno de 2024 no se debieron a “La Niña”, que se mantuvo débil, sino a una muy fuerte actividad de los vientos polares, haciendo temer graves daños sobre la evolución de la cosecha fina y malas condiciones para la implantación de la cosecha gruesa.

Lo que ya está terminando de ocurrir

Durante el final de la primavera y los primeros días del verano (Figura 2) “La Niña” comenzó hacer sentir gradualmente sus efectos, produciendo grandes contrastes, y reactivando los déficits hídricos en gran parte del área agrícola. Paralelamente se produjeron marcadas oscilaciones térmicas, con marcados fríos tardíos, aunque sin riesgo de heladas, y calores tempranos de moderada a alta intensidad, aunque sin alcanzar lo niveles extremos que anticipaban muchas fuentes.

Otoño dudoso por fríos polares

Se espera que el episodio frío complete su ciclo en forma temprana, disipándose a comienzos del otoño de 2025, pero desafortunadamente, también se espera una reactivación igualmente temprana de la circulación polar, reactivando la sequía en gran parte del área agrícola del Cono Sur, (Figura 3), y causando un régimen térmico con grandes oscilaciones, que combinará calores tardíos y fríos tempranos, con riesgo de heladas localizadas y generales.

 

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