Producir XXI, octubre 2023
Medir pasto o no medir… esa es la cuestión
Ing. Agr. (PhD) José M. Jáuregui
josemartinjauregui@gmail.com
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Existe una frase famosa de Lord Farenheit que indica que “lo que no se conoce, no se mide, y lo que no se mide no mejora”. Esta frase aplica a todos los sistemas productivos, y desde un punto de vista filosófico quizás incluso a todos los aspectos de nuestra vida. Pero toma particular relevancia en nuestros queridos sistemas de producción lechera pastoril.
Conocemos los costos…pero no todos
En estos sistemas, tenemos siempre muy clara la cantidad de balanceado y grano que usamos al año (porque tenemos que pagar cada vez que ingresan estos productos al campo). También tenemos clara la cantidad de silo que utilizamos (expresada usualmente en metros de silo consumidos por año) y lo producido por hectárea y por año. Sin embargo, y según los propios datos de la Encuesta Sectorial Lechera de INTA, casi el 40% de la dieta promedio de nuestras vacas es forraje fresco (verdeos y pasturas). Y de esos recursos sabemos más bien poco o nada.
Asimismo, las pasturas y verdeos ocupan, en promedio, un 40-50% del tambo promedio. Haciendo una analogía, lo que hoy sabemos sobre la productividad de nuestros campos equivale a un dueño de una industria que nunca ingresa a la mitad de su fábrica, no sabe lo que allí ocurre y solo sabe que de allí salen algunos productos, pero carece de control alguno sobre ese sector. Esto, que resultaría impensado para cualquier industrial que se precie de querer seguir en el rubro, es moneda corriente en los tambos promedio de Argentina. Y nos interpela a tomar medidas urgentes en pos de incrementar la sustentabilidad económica y darle mayor resiliencia a nuestros sistemas.
¿Cómo podemos medir pasto?
- Método del aro: consiste en cortar una superficie conocida de pasto en varios sectores del lote, secar la muestra y pesarla. Esto nos da una estimación de la cantidad total de pasto por hectárea del lote. Este método es el que se usa para calibrar los métodos indirectos.
- Pasturómetro: es un dispositivo manual o electrónico (hay modelos con conexión al celular) que permite medir la altura comprimida del forraje. Con ese valor se usan ecuaciones para estimar la disponibilidad total del lote (Gráfico 1). La ventaja es que permite hacer muchísimas mediciones en muy corto tiempo. La desventaja es que no suele funcionar bien en pasturas pasadas.
- Canopeo App: es una aplicación que se puede descargar desde la tienda de Android o Apple y permite estimar la cobertura verde a partir de una foto tomada en un ángulo recto sobre la pastura. Con ese valor de cobertura se usan luego ecuaciones que permiten estimar la cantidad de pasto disponible en el lote. Estas ecuaciones están publicadas en trabajos científicos realizados por quien escribe la nota y colaboradores (Gráfico 2).
- Satélites: el satélite gratuito con mayor resolución espacial y temporal es hoy Sentinel 2. Este nos permite ver imágenes con una resolución espacial de 10×10 mts y con una frecuencia de revisita al sitio de 5 días. A partir de los datos de NDVI se puede estimar cuáles son los lotes que estén más cerca del punto óptimo de ingreso al pastoreo, aún sin tener un dato exacto de la biomasa disponible.