Utilización de robots de ordeño en sistemas pastoriles de producción lechera

Med. Vet. Graham Hardy

Solution Manager Automatic Milking Systems Oceania

DeLaval

graham.hardy@delaval.com

Sistemas automáticos de ordeño

Los sistemas automáticos de ordeño (AMS) por su sigla en inglés, o simplemente robots, han estado presentes en la industria lechera ya por alrededor de dos décadas. En la actualidad más de 40.000 unidades ordeñan vacas y búfalas en distintos sistemas de producción lechera alrededor del mundo.

En su origen, los robots se diseñaron para operar en sistemas con vacas en confinamiento y para rodeos relativamente pequeños que son comunes en Europa y regiones Norteamérica.

Estos sistemas, en general, se caracterizan por estabular las vacas durante todo el año y traer el alimento a los animales, quienes comen y se alojan en un galpón diseñado para ello. Esto significa que los animales, a ser ordeñados, se encuentran a una distancia relativamente cercana al área de ordeño.

Distinto es lo que ocurre y predomina en el hemisferio sur en donde las condiciones climáticas y tradiciones generalmente hacen que los rodeos lecheros pastoreen todo el año o al menos durante largos períodos de este. Otra importante diferencia es que, en general en estos sistemas pastoriles, el tamaño de los rodeos es mayor.

Debido a estas diferencias, la incorporación de robots de ordeño, tardó más en estos países. Los primeros intentos fueron realizados en Nueva Zelanda a inicios del cambio de siglo, sin que estas primeras experiencias significasen una elevada incorporación de estos equipos por parte de la gran masa de productores lecheros.

Por lo tanto, se debe entender, que la mayor tardanza en la incorporación de estos equipos en los sistemas pastoriles de producción, se debe a que estos, por su naturaleza (tener las vacas a potrero cosechando su propio alimento), genera mayores y más difíciles desafíos.

Sin embargo, se determinó en Oceanía, que el hambre de la vaca, dado por el manejo de la pradera y la asignación de pasto a los animales, era la premisa básica para que una vaca, en forma voluntaria, transitara hacia y desde los robots de ordeño. A partir de ese momento, se comenzaron a definir las estrategias de manejo para lograr el resultado esperado.

El primer aspecto a considerar, es la disponibilidad de pasto

La base del manejo exitoso radica en otorgar las cantidades adecuadas de pasto, para que éste sea la base de una adecuada producción de leche, pero que a su vez este otorgamiento de pasto sirva de incentivo para hacer que las vacas se movilicen y utilicen los robots en su paso en busca de nuevas pasturas. De aquí nace el denominado sistema de pastoreo en tres áreas.

Este sistema se basa en dividir el predio en tres áreas de pastoreo similares en donde se divide la cantidad de pasto a otorgar a las vacas, por día, en tres fracciones similares.

De esta manera la vaca para satisfacer su hambre se ve estimulada, cada ciertas horas, a transitar, momento en el cual pasa por el sistema inteligente de puertas que la desvía hacia el robot, pasa a ser ordeñada, suplementada con concentrado y de ahí es enviada a su nueva área de pastoreo

Es importante entender que al pasar a ordeño robótico se toma la decisión de reducir en forma significativa el número de unidades de ordeño disponibles para el rodeo. Esto obliga a que el ordeño deba estar basado en un patrón voluntario de tráfico de vacas. Lo anterior significa, que las vacas se presentan al ordeño en forma individual y gradual, y no en grupo como ocurre con el ordeño convencional.

Por lo tanto, para obtener un adecuado tráfico, se debe realizar un minucioso trabajo de asignación de pasto a las vacas. Es aquí donde el uso diario de herramientas como el plato medidor de disponibilidad de pastura resulta fundamental.

El correcto entendimiento de las pasturas ofrecidas y, los períodos de déficit como de superávit de pasto deben ser manejados apropiadamente. Los niveles de remanente de pasto deben igualmente ser manejados en forma adecuada para obtener los rebrotes de pasto esperados con un mínimo de pérdidas.

Otros aspectos que se deben tener en cuenta, al considerar la oferta de pasto, son la carga animal y la dispersión de las pariciones, por cuanto ambas afectaran los periodos de superávit y déficit de pasto y el tráfico voluntario de las vacas.

El adecuando entendimiento por parte del productor de estos elementos, permitirá planificar las asignaciones diarias de pastura a sus vacas con lo que se lograra un tráfico apropiado, lo que redundará en una esperada cantidad de ordeños diarios.

Siempre de debe considerar:

  • Asignar un exceso de pasto hará que las vacas se muevan menos ya que estarán muy cómodas en el potrero con suficiente alimento a disposición.
  • Asignar muy poco pasto tiene dos efectos negativos, primero la caída en producción y segundo, generara alto grado de congestión en los robots ya que un elevado número de vacas se presentara a la vez debido a la falta de alimento en el potrero.

El segundo aspecto a considerar es lo referente a los permisos de ordeño

Los sistemas automáticos de ordeño permiten otorgar permisos de ordeño (posibilidad que tienen las vacas de ingresar al robot a ser ordeñadas), en forma diferenciada dependiendo de la producción de leche, la etapa de la lactancia, el tipo de animal en cuestión (vacas adultas o vaquillonas en primera lactancia) o animales con necesidades especiales.

Al hacer esto, el productor se asegura que los animales de mayor producción y/o con necesidades especiales, tengan acceso en forma más frecuente al robot y aquellas en etapa más avanzada de la lactancia o con menor producción de leche tengan permiso en forma más espaciada. Con ello se logra manejar la posible congestión de animales intentando entrar al robot.

En síntesis…

  • La disponibilidad de pasto, la carga animal y la etapa de la lactancia son elementos críticos para lograr un adecuado tráfico voluntario por el ordeño robótico en un sistema de pastoreo.
  • Esto asociado a un adecuado proceso de otorgamiento de permisos de ordeño permitirá un tránsito fluido, controlado y voluntario en un sistema con ordeño robótico pastoril.

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