Producir XXI, julio 2021

La experiencia productiva simple pero exitosa

Trabajo en equipo y sistema sencillo y flexible

Extractado de Revista CREA

revista@crea.org.ar

Trabajo exitoso: huevos en diferentes canastas, trabajo en equipo y planteo productivo basado en rodeo cruza de altos sólidos, con pastoreo y uso de forrajes conservados y concentrados y muy buen manejo reproductivo y de crianza y recría.

Enrique Delpech fue integrante fundador del DATP, Departamento de Asistencia Técnica a los Productores, de La Serenísima, y luego se desempeñó como asesor CREA por tres décadas. En 1995 se inició como empresario al adquirir un establecimiento tambero de 250 hectáreas ubicado en la localidad bonaerense de Tandil. Poco tiempo después se produjo una sequía histórica que disparó hasta la estratósfera los precios de los granos al tiempo que el valor de la leche se derrumbó. Con muchísimo esfuerzo pudo salir adelante. Pero decidió implementar un sistema más sencillo y flexible que permitiese soportar con mayor holgura las siguientes crisis.

El tambo original contaba con un rodeo de vacas Holando de gran porte con genética estadounidense que, si bien tenían una elevada producción individual (28 a 29 litros/VO/día en aquella época), también tenía requerimientos muy significativos. 

El tipo de hacienda
Consultó a su amigo Sergio “Yani” García, quien actualmente trabaja en The University of Sidney y es uno de los mayores referentes técnicos lecheros de Australia. Y le recomendó comenzar a realizar cruzamientos con genética neozelandesa, tanto de Holando como de Jersey, para lograr un rodeo más compacto que además tuviese una mayor proporción de sólidos en la composición de la leche.  

 

El siguiente paso fue comenzar a introducir en el rodeo sangre de la raza lechera Sueca Roja, que se caracteriza por contar con una excelente fertilidad en condiciones ambientales altamente variables y contrastantes, además de haber sido seleccionada por bajo recuento de células y ser un poco más carnicera. Al trabajar con 3 razas se logra una mayor heterosis o vigor híbrido en el rodeo con sus consecuentes ventajas. 

“Cuando comenzamos con el tambo de unas 160 vacas, no podíamos lograr indicadores reproductivos que nos permitiesen crecer de manera significativa, mientras que con el nuevo biotipo actualmente tenemos casi 1900 vacas”, explica Enrique, quien integra el CREA Tambero Mar y Sierras y representa a esa región en la Comisión de Lechería de CREA. Con gran cariño recuerda y agradece a Don Carlos Delpech, su padre, ya que el tambo que él dejó fue el inicio, o la piedra fundamental para todo el desarrollo hoy logrado. 

Tambo de base pastoril
El hecho de contar con animales más pequeños y rústicos permitió mejorar también el aprovechamiento de los recursos forrajeros del tambo de base pastoril, que pasó de una carga inicial de 1,5 a la actual de 2,13 vacas totales por hectárea.

“La producción individual está en torno a los 23 litros/cabeza/día, pero el rodeo, en el sistema de producción que tenemos, se destaca por la producción de sólidos tanto a nivel individual como por superficie”, señala el empresario CREA (ver cuadro 1). Promedia una producción diaria de unos 40.000 litros. Además, el planteo se refuerza con la venta de 200 vaquillonas por año en promedio, lo que a juicio de Enrique es gracias al tipo de cruzamientos que realiza.

Cuadro 1. Indicadores productivos del ejercicio 2019/20

Evolución de la empresa
El cambio de modelo le permitió, junto a su socia y hermana, alquilar otro tambo de 250 hectáreas en la zona perteneciente a su familia, que en parte se adquirió y otro tanto se alquila en litros de leche. También arriendan parte del rodeo en el marco de un contrato que contempla como moneda kilogramos de proteína según la liquidación lograda. Posteriormente se alquila el tambo La Andrea que se encuentra cercano a estos 2 establecimientos (150has). Por otro lado, aprovechando una buena situación la empresa logra comprar 400 has linderas que se anexaron a la superficie propia. 

La empresa comercializa su producción a una compañía láctea que valoriza los componentes sólidos presentes en la leche (grasa + proteína), con lo cual el esfuerzo de genética y manejo realizado tiene un correlato en el ámbito comercial. 

Planteo forrajero y alimentación
El sistema forrajero está sustentado en una rotación de cuatro años de pasturas base alfalfa y tres años de verdeos de invierno combinados con maíz para silaje (también se confecciona silo de raigrás). En el ordeñe se ofrece un balanceado comercial que se complementa luego con maíz húmedo y expeller de soja en algunos momentos del año, dados afuera con el mixer mezclados con ensilaje. 

Aún en pandemia se concretan las reuniones de equipo. Con operarios de campo son presenciales respetando los protocolos y con los administrativos y encargados por Zoom.
Con el rodeo cruza pudimos crecer significativamente, se preñan más fácil y son más rústicas desde la guachera.
Con instalaciones nuevas y de mayor capacidad se mejora la calidad de vida y de trabajo y se logran mayores objetivos.

Huevos en diferentes canastas
“Tres años atrás empezamos a desarrollar el área agrícola en la empresa para no depender tanto de la lechería y evitar justamente el impacto de las situaciones desfavorables como las que estamos viviendo en la actualidad”, apunta Enrique. La gestión de esa nueva área de negocios está tercerizada, de manera tal que un responsable, Pichel, hermano de Enrique, la gestiona a cambio de una comisión por hectárea.

Manejo reproductivo
Un aspecto sustancial del modelo, tanto en términos productivos como organizacionales, es que las pariciones se concentran en otoño y primavera, de manera tal que en los bimestres de mayo/junio y septiembre/octubre las vacas están prácticamente todas en ordeñe, mientras que, en los meses más críticos (julio y enero) la mitad de las vacas permanecen secas. “Con esa metodología nos aseguramos maximizar el consumo de recursos forrajeros en los períodos del año donde se concentra la oferta de los mismos y aprovechar los momentos de menor trabajo para que los integrantes del equipo se tomen vacaciones”, explica Enrique.

Es clave el trabajo en equipo
El empresario considera que buena parte del éxito de la empresa reside en la organización del equipo de trabajo, el cual está conformado por dos coordinadores: Marcelo Gómez, responsable del mantenimiento y personal de los tambos, y Carina Pavin, veterinaria a cargo de la gestión reproductiva y sanitaria, además de encargada de las unidades de cría y recría. Cada uno de los tres tambos tiene, a su vez, un encargado responsable de coordinar las diferentes tareas que se realizan en los mismos, lo mismo que en las áreas de recría. Es de destacar que semanalmente se mantiene una reunión de coordinación con los responsables de área.

Por otro lado, mensualmente hay una recorrida con el asesor en Seguridad e Higiene Martin Nusch que además de revisar todas las instalaciones e indicar acciones para evitar accidentes mantiene una reunión cada tanto con el personal.

Otro aspecto central de la empresa es la gestión administrativa y financiera, a cargo de Victoria Navazo y Lucía Contreras, quienes participan de una reunión semanal con los accionistas (Enrique y su hermana Diana) y el coordinador Marcelo Gomez para hacer un seguimiento estricto de inventarios, compromisos y disponibilidades, además de ponerse al tanto de las oportunidades y eventualidades que se presenten. 

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