Producir XXI, junio 2020

Ganadería intensiva: vino para quedarse, mejoremos la eficiencia y bajemos costos

Dr. Fernando Eluchans

feluchans@vetifarma.com.ar

Han pasado más de 30 años desde el comienzo del confinamiento del ganado de carne en la Argentina, país en donde parecía que el sistema pastoril nunca le daría paso al “engorde a corral” con dietas con basadas en cereales y alta energía.  Los incrementos en los precios de los cereales y oleaginosas, hicieron que la agricultura quite espacios a la ganadería y esto aceleró el proceso de la intensificación, transformándose en una actividad que no sólo tendría razón de ser cuando el maíz estuviera barato.

Calidad de carne: una clara prioridad

La carne más cotizada en los mercados del mundo, proviene de animales engordados a corral (feedlot), y estos sistemas garantizan calidad de carne en lo que se refiere a terneza, jugosidad y marmóreo, por nombrar algunas de las cualidades; que, sumado al control sanitario estricto realizado en establecimientos profesionales, garantizan un producto de alto valor y seguridad.

Es necesario un mayor peso de faena

Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, llevan la delantera a la hora de maximizar eficiencia, y es en estos países donde los animales ingresan a los corrales de terminación con 280/300 Kg o mas, peso en el cual en la Argentina se están faenando en muchos casos. Debemos incrementar el peso de faena para que al menos aprovechemos las ventajas de respetar las normales curvas de crecimiento animal, sacando los máximos Kg de res de acuerdo a la adaptación de las razas carniceras con las que contamos.

Es clave una recría eficiente

Sistemas de recría eficientes son necesarios y posibles de implementar. Esto ayudará a lograr más Kg a menores costos en las etapas iniciales, periodo en el que el animal debe ganar en estructura (hueso y musculo). Si logramos ingresar al corral de finalización con 250/270 Kg en machos y algo menos en hembras, sería sencillo terminarlos por encima de los 420 Kg, con mejoría incluso en la calidad de carne, con un engrasamiento lógico y con costos mucho más ajustados.

Realizar estas recrías en los FeedlLots convencionales, y con los ingredientes que normalmente utilizamos allí, puede llevarnos a dietas que exceden la energía necesaria y se descompensan en la cantidad relativa de proteína. Vemos a diario niveles y calidades de fibra muy por debajo de las necesidades para una verdadera recría con un animal en etapa de pleno crecimiento, donde el desarrollo de tejidos como hueso y musculo (tejidos de menor costo de producción que la grasa), debe ser  prioritario.

Para la recría: fibra adecuada y proteína creciente y energía acotada

Criadores, recriadores profesionales o el mismo Leedlo, pueden efectuar una recría lógica, ya sea en pasturas naturales suplementadas o en el corral, pero siempre teniendo en cuenta que la composición de la dieta deberá priorizar fibra en cantidad y calidad acorde, y tenores de proteína  crecientes con energía acotada para no producir un engrasamiento precoz, como vemos que ocurre con frecuencia por utilizar dietas desbalanceadas en que priorizan el desarrollo de grasa en lugar de musculo.

Calidad del animal desde el origen es clave

Día a día debemos mejorar la eficiencia, y eso se logra valorando la calidad del ganado a ingresar en los corrales, teniendo en cuenta que un animal de calidad con buena historia nutricional y sanitaria estará  preparado para expresar su máximo potencial productivo, superando hasta en un 30% a un animal de mala calidad y/o historia inadecuada. Esto se verá reflejado en mejores índices de conversión y menor costo por Kg producido.

Necesitamos un diseño y programa de producción que garantice un mejor futuro para la ganadería de carne en la Argentina,  donde mejorar las tasas de extracción con menores costos debe ser  una prioridad.

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