Producir XXI, mayo 2020

Mirando la lechería desde el mangrullo

Fuente: DairyLando
Ing Marcos Snyder

Tratando de ver las posibles consecuencias del COVID 19 para la lechería

En un momento en que transitamos en Argentina el valle de producción con +10% más de leche sobre año anterior nos encontramos con una pandemia virósica causada por COVID 19 que obligó a una cuarentena generalizada desplomando seriamente las ventas en hoteles, restaurantes, pizzerías y negocios de catering (canal denominado HORECA). 

El canal HORECA representa oficialmente el 8 a 10% de las ventas de lácteos…pero a esa estadística se le escapa el mercado informal que en este producto es significativo… estimamos que el 20-25% de la leche nacional termina en mozzarella arriba de una pizza. 

Esta contingencia se repica obviamente en la mayoría de la industria PyME quesera que mantiene una proporción importante de clientela en el canal HORECA. Esto desencadena el aumento de stocks y en algunos casos traspaso de materia prima, hacia la gran industria. 

Con respecto al tema de stocks surge nuevamente la imperiosa necesidad de reformar la ley de warrants, ley que data de 1914, para que la PyME quesera pueda financiarse contra stocks que deben ser sometidos a una rutina de mantenimiento en una cámara propia o alquilada. Otro tema que pone en riesgo la cadena de pago es el cierre de bancos, impidiendo seriamente el acceso a liquidez por depósito y/o venta de cheques posdatados para que la rueda siga girando. Es esperable que esta crisis empuje la economía hacia una mayor bancarización. 

Por otro lado la cuarentena ha despertado una inusual demanda de leche fluida. Las compras en supermercados y mayoristas en diferente medida se mantienen firmes. Algunas grandes empresas han mantenido el precio a sus remitentes para la leche de marzo y otras empresas las han aumentado siguiendo el objetivo de mantener el poder de compra del productor siguiendo la inflación. La posibilidad de stockear leche en polvo y financiarse con el instrumento del warrant es un recurso disponible para la gran industria, además de su fácil acceso para su implementación, representa una sencilla y segura ejecución en caso de falta de pago.

En el frente externo se observa variabilidad en los eventos de licitaciones a futuro, pero muestran en promedio una tendencia de recuperación hacia el segundo semestre de 2020 (con una caída de -4% para mayo-junio y posterior recuperación a partir de agosto): Figura 2

Esta curva es similar a la proyección estimada para la evolución de las importaciones chinas. En la curva que sigue podemos observar una de las estimaciones del mercado donde se ve la marcada caída de enero y febrero debido en gran medida al efecto del año nuevo 2020 chino (pico en diciembre 2019) y también, obviamente, el primer impacto del COVID 19 en China. Se pronostica una lenta recuperación a partir de agosto hasta enero 2021 a un nivel promedio del 2019: Figura 3

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