Construcción de confianza y una visión de largo plazo

Producir XXI le pidió al Ing Alejandro Sammartino hacer un muy breve balance de su gestión en la Dirección Nacional y aquí lo reproducimos.

Reunión de la Mesa Nacional de Lechería

Dos grandes objetivos, confianza y visión compartida de largo plazo

Para comprender mejor el desafío que había que enfrentar al inicio de la gestión, surge una palabra que ha definido la lechería argentina: la falta de confianza entre los actores de la cadena. Dentro de la actividad, el intervencionismo del gobierno anterior no sólo contribuyó a generar más susceptibilidades, sino que deformó el concepto del accionar de los mercados y la instalación de la idea dentro de la cadena de un atajo mágico que resolviera todos los problemas. Quizás el mejor ejemplo fueron los pedidos de un decreto o una ley que por sí solo resolviera toda la complejidad de desafíos y amenazas en la cadena láctea.

Desde el comienzo, tuvimos la convicción de que para la reconstrucción de este capital dentro de la cadena láctea y la generación de una visión común de largo plazo entre los actores sólo se podía hacer con institucionalidad, convencidos que la piedra fundacional de esta iniciativa partía de la disponibilidad de información de la cadena, una estadística pública y confiable que permitiera un diálogo serio y constructivo. Salimos del apagón estadístico al recuperar y desarrollar un sistema de información abierto, público y actualizado.

Protagonismo de los mercados internacionales para poder ordenar el mercado interno

Desde el comienzo también, en aquel encuentro sectorial del 8 de enero de 2016, con el Presidente Mauricio Macri, en Venado Tuerto, Santa Fe, se fijaron las bases de una política para una lechería con crecimiento sustentable basada en el protagonismo de los mercados internacionales, que permitiera ordenar el mercado interno, en un marco de transparencia y competencia. En un marco de urgencia no se buscaron atajos ni repetir los errores del pasado, conscientes que el camino de laudar, arbitrar o fijar precios no era el indicado, 

El clima y la macroeconomía en contra

Se enfrentaron cuatro años difíciles en materia de coyunturas climáticas y económicas. Las devaluaciones generaron una fuerte alza de costos a los productores que complicaron sus números financieros y económicos, y las inundaciones provocaron adversidades imposibles de compensar más allá del esfuerzo que el Gobierno Nacional y las provincias, realizaron para atenuar su impacto.

Más información, menos marginalidad y menos trabas

Se han asentado avances estructurales que permiten tener una lechería mejor. En materia de ordenamiento y transparencia, desde la Dirección Nacional Láctea (DNL) se creó el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA) que permite a los productores conocer el precio al mismo tiempo que la industria y negociar sus acuerdos comerciales con esta referencia. También se desarrollaron estrategias conjuntas con AFIP y la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario para disminuir la marginalidad. Se eliminaron los ROE (Registros Oficiales de Exportadores), se gestó e implementó de Resolución 230/2016 para monitoreo de información estadística industrial, se realizó un estudio sobre las condiciones de competencia de la cadena láctea, se creó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) y se inició una actualización y seguimiento de Registro Nacional de Establecimientos Agropecuarios (RENSPAs) en conjunto con SENASA. Por otro lado, se actualizaron los modelos de costos de producción que venía llevando adelante el INTA y se firmó un convenio con IAPUCO a fin de estudiar los costos de elaboración industrial.

En materia de competitividad de la cadena 

Se relevaron 685 industrias lácteas en las seis provincias más lecheras, se creó el Programa de Buenas Prácticas Lecheras, se reinició el apoyo para la continuidad de las encuestas de competitividad del INTA, se acompañó la gestión del Banco Nación en la creación de la línea de financiamiento BNA700 Carlos Pellegrini y la flexibilización de garantías con certificado del SIGLeA. Asimismo se logró la baja de aranceles de importación en varias tecnologías, se creó el Mercado de Futuro de Leche, se actualizó en conjunto con SENASA del Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina. En territorio, nos involucramos en la consolidación y apoyo a los grupos de Cambio Rural Lechero y se realizaron aportes para la creación de fondos rotatorios en cooperativas y clusters.

 

El pequeño elaborador artesanal ahora consigue su estatus legal

Un capítulo aparte es la participación en la aprobación por parte de la CONAL (Comisión Nacional de Alimentos) y su incorporación al Código Alimentario Argentino de la figura del Elaborador Artesanal de Lácteos para las industrias de menos de cinco mil litros diarios de elaboración. Una medida que generará inclusión y contribuirá a la competitividad de estos establecimientos así como también a la transparencia del sector.

En materia de mercados de exportación

Se realizó un exhaustivo trabajo de inteligencia comercial orientado a detectar los destinos con mayor potencial para el crecimiento de nuestras ventas. Se validaron y acordaron a nivel público-privado, la selección de cuatro destinos estratégicos: China, Corea, Japón y México para priorizar los esfuerzos gubernamentales en las negociaciones bilaterales o en bloque. En 2018 se acordó eliminar el sistema de cuota privada con Brasil reemplazada por un monitoreo desde la DNL y su par brasileño para evitar sobreofertas que afecten ambos mercados. En 2018, la Argentina logró retornar al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) para exportaciones a los Estados Unidos. La inclusión de la Argentina en el marco de la SGP se dio luego de dos años de intensas negociaciones. En 2019, se establecieron las condiciones para otorgar el cupo de acceso preferencial de exportación de quesos a los EE.UU. a través de la Resolución 126/2019 que establece un régimen de designación de cupos y promoción para nuevos exportadores.

Competitividad a nivel país

La política que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca llevó adelante en materia de la cadena láctea, estuvo en el marco del lineamiento del Gobierno Nacional en mejorar la competitividad a nivel país sobre ocho pilares: Costo acceso de capital, Infraestructura para reducir costos de logística, Reforma tributaria, Capital humano, Acceso a la innovación tecnológica, Transparencia y competencia entre las empresas, Agilización de los procesos burocráticos e Integración al mundo.

El Ministerio no actuó solo. 

Dirigentes de la producción primaria y de la industria aportaron su tiempo, predisposición y capacidades para ir delineando una agenda de trabajo desde las coincidencias más que de las diferencias. Es un gran capital para la cadena, la apropiación y valoración de la “Mesa Nacional de Política Lechera”, por parte de los actores privados. 

Los próximos años, la lechería puede seguir avanzando en este camino de construcción de confianza y de pequeños grandes pasos en búsqueda de una sustentabilidad que le permite avanzar con mayor ambición en el camino del progreso y el desarrollo. Mucho dependerá la convicción de sus integrantes en ser protagonistas de su destino.

Ing. Alejandro Sammartino
Estatus legal para los pequeños elaboradores.
Catálogo de exportaciones lácteas

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