Ser precavido y guardar agua y forraje serán clave.
Se perfila La Niña 2018-2019
Ing. Agr. Eduardo M. Sierra
Especialista en Agro climatología
edmasi@fibertel.com.ar
No es La Niña, pero…¡¡cómo se parece!!
El sistema climático sudamericano continúa observando un lento pero firme cambio de signo. Desde la campaña 2012/2013 hasta la campaña 2016/2018 se observó una fase positiva durante la cual predominaron condiciones tipo “El Niño”, a la vez que el Océano Atlántico experimentó un persistente calentamiento debido al fortalecimiento de la corriente cálida del Brasil. Esta combinación de factores positivos proveyó precipitaciones abundantes, que, aunque causaron varios eventos de inundaciones, favorecieron el logro de una sucesión de buenas cosechas.
A partir del inicio de la presente campaña agrícola, comenzó a notarse un enfriamiento del Océano Pacífico. Paralelamente, el Océano Atlántico observó un debilitamiento de la corriente cálida del Brasil, aunque la corriente fría de Malvinas mantuvo un promedio moderado a débil, no acentuando el proceso (Figura N° 1). Si bien hasta el momento, no alcanzó a establecerse un pleno estado de “La Niña”, viene observándose una creciente irregularidad en la marcha del clima. Es un estado tipo Neutral Frío, que se siente intensamente, dado que está afectando la principal región agrícola-ganadera del país.
Es poco probable que la campaña 2017/2018, actualmente en curso, llegue a ser significativamente afectada por este cambio, pero, de continuar la actual tendencia, “La Niña” podría imponer su presencia a partir del otoño próximo, afectando severamente los resultados productivos de la campaña 2018/2019.
Esta evolución podría determinar el inicio a una posible fase climática negativa que podría extenderse durante varios años, como ya ha sucedido en el pasado, afectando a la producción agraria.
Otoño 2018: Lluvias por debajo de lo normal para la zona núcleo
Aunque por el momento no es posible afirmar esto con certeza, el otoño 2018 podría presentar los primeros rasgos de un episodio de “La Niña” que alcanzaría su pleno desarrollo durante la campaña 2018/2019.
Aunque usualmente el NOA, el oeste de la Región del Chaco, este de Cuyo y noroeste de la Región Pampeana observan un otoño seco, la circulación tropical se mantendrá algo por encima de su promedio, provocando precipitaciones tardías superiores al promedio, con riesgo de tormentas severas, con granizo, vientos y aguaceros torrenciales. En gran parte de la Región Pampeana, el centro y el sur de la Mesopotamia y partes del Uruguay experimentarán precipitaciones inferiores al promedio.
La circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada. Por un lado, se producirán largos períodos cálidos, con riesgo de tormentas severas con granizo, vientos y aguaceros torrenciales. Por otro lado, tendrán lugar cortos pero muy intensos descensos térmicos, con riesgo de heladas tempranas otoñales en gran parte de Argentina y Uruguay.
Hombre prevenido vale por dos
El Océano Pacífico Ecuatorial muestra signos de estar disminuyendo su temperatura, pero lo más probable es que, durante la campaña 2017/2018, este proceso se mantenga en un estado intermedio, tipo un “Neutral Frío”, sin alcanzar un estado de “La Niña”. No obstante, se mantiene una alta probabilidad de que el enfriamiento del Pacífico continúe durante la temporada siguiente, causando el desarrollo de un episodio de “La Niña”, que afectaría a la campaña agrícola 2018/2019, marcando el inicio de una fase negativa en el sistema climático sudamericano. Es prudente tener en cuenta que, en las últimas décadas, se observó una sucesión de varias fases secas y húmedas:
- Fase Seca 1982/83 – 1996/97: Este prolongado período se inició con el episodio de “El Super El Niño 1982/83”, que produjo amplias inundaciones, posteriormente asumió condiciones secas que causaron fuertes pérdidas, con su mayor impacto en la campaña 1988/89, en la que se perdió un 30 % de la producción potencial de soja y más del 50% de la producción potencial de maíz.
- Fase Húmeda 1997/98 – 2006/07: Este período de 10 temporadas húmedas se inició con el episodio de “El Super El Niño 1997/98” y finalizó con el vigoroso “El Niño 2006/07, produciendo extensas inundaciones. No obstante se logró una prolongada racha de buenas cosechas sin impactos significativos.
- Fase Seca 2007/08 – 2011/12: En el lapso de cinco años, se produjo una sucesión de dos “La Niña” (2007/2008 y 2008/2009), un “El Niño” (2009/2010) y dos “La Niña” (2010/2011 y 2011/2012), dando un escenario climático predominantemente seco, que hizo desaparecer las inundaciones que afectaban a la Pcia de Buenos Aires. Los episodios de “La Niña” de 2008/2009 y 2011/2012, que fueron precedidos por episodios del mismo signo, causaron significativas mermas de producción de granos y afectaron severamente a la ganadería.
Fase Húmeda 2012/13 – 2016/17: Este período abarcó cinco temporadas, se caracterizó por un predominio de condiciones húmedas, que se iniciaron con las inundaciones que afectaron a la Pcia de Buenos Aires en la primavera de 2012, y culminaron con los intensos eventos de anegamientos, inundaciones y crecidas de los grandes ríos disparados por el “El Super El Niño 2015/16”, cuyos efectos se prolongaron durante la
campaña “El Niño 2016/17, determinando la pérdida de más de 1,5 millones de has implantadas en campos bajos. Al igual que en la fase húmeda 1997/98 – 2006/07, las condiciones para la producción de granos fueron de buenas a excelentes lográndose una racha de buenas cosechas sin impactos significativos.
Puede observarse que las dos últimas fases fueron de corta duración, indicando una aceleración de las oscilaciones del sistema climático. Por lo tanto, no sería extraño que el proceso actualmente en marcha marque una transición en el estado del sistema climático sudamericano, poniendo fin a la fase húmeda que se extendió desde la campaña agrícola 2012/2013 hasta la campaña agrícola 2016/2017, y dando inicio a una fase seca, que podría prolongarse a lo largo de varias campañas.