Estrategias simples, que cuestan poco y rinden mucho

Planificación de recursos forrajeros para una producción animal más eficiente

Ing Agr. Carlos A. LLamosas, Asesor privado

carlos.llamosas@gmail.com

011 15 4415-2795

La importancia de los recursos forrajeros en los planteos ganaderos es bien conocida por los productores por sus ventajas comparativas frente a otros alimentos.

Los pilares de la producción

Según el recordado Ing Tellechea, Director de INTA Rafaela hace muchos años, los Pilares de Producción Lechera son: alimentación, genética, reproducción y sanidad, y los 4 deben estar coordinados entre sí mediante un manejo adecuado, realizado por   el hombre.  Es “la gente” la responsable de interrelacionarlos en forma adecuada y armónica, para que el resultado final de la empresa sea eficiente y rentable.

Dentro de estos pilares, la alimentación es el que reviste la mayor importancia, por ser el de mayor relevancia porcentual dentro de los gastos de un tambo.  Al analizar el costo de todos los componentes nutricionales con los que podemos alimentar a las vacas, encontramos que el pasto es siempre el recurso más económico cuando se lo compara tanto por kilo de materia seca, por kilo de proteína bruta y por megacalorías de energía metabolizable; además de ser un recurso con muy buena digestibilidad y conversión.

Pero también debe mencionarse que el problema es la estacionalidad de la producción, generando picos en otoño (moderado) y en primavera (excesivo), respecto a las otras dos estaciones del año, deficitarias, lo que obliga a acompañar con otros recursos nutricionales, basados en reservas, suplementos y concentrados; que permiten mejorar y estabilizar la carga, además de equilibrar y balancear las dietas, y aumentar la producción en forma significativa. Además, vale destacar que la conversión de forraje en leche también es estacional, variando entre 0,85 (otoño) y hasta 1,4 litros (invierno-primavera), por kg de materia seca; siguiendo las variaciones de calidad (materia seca, energía, proteína y digestibilidad) para su conversión en leche.

¿Qué debemos tener en cuenta en la Planificación de Recursos Forrajeros?

1-Rotaciones: es la alternancia de períodos de “agresión al suelo”, cultivos anuales de extracción, con períodos de “recuperación del suelo”, logrado sólo con las praderas, regeneradoras de las propiedades originales del suelo. También son importantes las rotaciones entre cultivos anuales para evitar el monocultivo.

Sin embargo, está demostrado científicamente que la estabilidad más prolongada de los agregados del suelo sólo se logra totalmente cuando la rotación se realiza intercalando praderas consociadas con gramíneas, que le dan esa importante estabilidad generada por la acción de las raíces de gramíneas durante varios años. Existe una estrecha relación entre la materia orgánica. la estabilidad estructural y la fertilidad de los suelos

Las Rotaciones 3 x 2 = 3 años de pradera alternando con 2 de cultivos anuales (VI – VV), aseguran sustentabilidad al sistema, conformando así un planteo con 60% de praderas (20% de primer año, 20% de segundo año y 20% de tercer año). La idea es que el 40% restante de la superficie esté destinada a la implantación de cultivos anuales de invierno y verano. De este modo se puede contar con forrajes de calidad, pasturas nuevas, para una mejor conversión en leche, hecho que se confirma cada vez que se pastorean praderas nuevas. Como siempre sostengo, “Las vacas no hablan, pero no mienten.”

En los suelos que no admiten ser roturados (Ej.: Cuenca del Salado) las técnicas forrajeras recomendadas son el Rejuvenecimiento de Pasturas y la Promoción de Raigrás, como las más destacadas para producir muchas raciones de calidad, a muy bajo costo, para producir leche y carne en estos suelos muy difíciles.

2-Cultivo antecesor: es de fundamental importancia desde dos aspectos:

  • Fecha de desocupación del lote para sembrar la pradera en la fecha más conveniente (principios de marzo); con tiempo suficiente para realizar un buen barbecho.
  • También es importante considerar la cobertura que deja su rastrojo, que si bien debe existir (broza), no debe ser excesiva, de modo que impida una correcta siembra y emergencia de las forrajeras.

Destaco los cultivos de moha, maíz de silo, soja de pastoreo, y hasta cereales de invierno triturados y desparramados previamente como los mejores previos a la implantación de pasturas.

3-Barbecho: siempre fundamental, al decidir la implantación de cualquier cultivo, sea pradera u otro; pero lamentablemente poco tenido en cuenta en muchas ocasiones. No es ni más ni menos que la acción que permite la transformación de la Fertilidad Potencial (materia orgánica), en Fertilidad Actual (nitratos), indispensables para un arranque vigoroso. Favorece también los procesos de Nitrificación realizados por bacterias nitrificadoras, en presencia de oxígeno, humedad y temperatura.

Estas bacterias, junto con las fijadoras de nitrógeno atmosférico, son nuestros «amigos incondicionales” que, aunque no los vemos, cumplen funciones específicas muy importantes, como la de obtener el nitrógeno, nutriente imprescindible en todos estos procesos biológicos, de alto impacto y “cero costo”. Sólo nos piden que les aportemos el sustrato específico (rastrojos), con cobertura para protegerlos de la erosión, mantener humedad y temperaturas moderadas, para que puedan cumplir eficientemente su función.                                  

También las bacterias celulolíticas, responsables de la descomposición de la celulosa y su transformación en humus; y las responsables de la mineralización de la materia orgánica para la solubilización de los nutrientes en la solución del suelo para que puedan ser absorbidos por las raíces en forma eficiente.

Además de todo esto, las conocidas ventajas del barbecho, que favorece en gran medida la acumulación de humedad, que solo se logra con los barbechos prolongados. “Debemos aprender a nutrir el suelo, ya que de allí se alimentan la plantas”, nos ensenaba el Ing. Jorge Molina, en sus clases magistrales.

4-Profundidad de siembra: otro aspecto fundamental, ya que el diámetro de las semillas de leguminosas es tan pequeño que la única manera de conseguir un alto porcentaje de logro, depende mucho de la profundidad si se desea obtener una emergencia rápida y uniforme. En tal sentido, coincido plenamente con quienes dicen que una buena siembra de praderas se consigue cuando se observa parte de las semillas destapadas, lo que indica que la profundidad de siembra ha sido muy superficial.

En los planteos de siembra directa, la cobertura, siempre importante, debe ser sólo una broza suave, que cubra el suelo, pero que no sea excesiva, como para limitar la emergencia de las plantas desde el inicio.

5-Fecha de siembra: es de fundamental importancia, pocas veces tenida en cuenta por muchos productores. Algunos creen que es lo mismo sembrar praderas a principios de marzo que a fines de abril. El resultado es muy diferente, ya que con siembras tempranas se logra un mejor arranque, enraizamiento, macollaje, cobertura rápida del suelo, y menor enmalezamiento. Pero también se logran muchas más raciones a lo largo del año. Si la siembra de la pradera se realiza entre el 10 y 15 de marzo, se logra un primer pastoreo entre fines de mayo y principios de junio; y se puede asegurar que por cada día de atraso en la fecha de siembra ideal, se demora más del doble de días en el primer pastoreo de la pastura.

6-Descanso Otoñal: Con la siembra temprana de verdeos (avena: 20-25 febreroy ryegrass hasta 5 marzo) también se logra un pastoreo temprano, permitiendo el descanso otoñal de praderas base alfalfa –puras o consociadas-. Esto favorece la acumulación de reservas en corona y raíz, para un mejor rebrote en primavera y también lograr una mayor productividad en todo el ciclo de esta valiosa leguminosa.

7- Calidad de semilla: esto ni se discute. Aquel productor que piensa en comprar semilla de pradera eligiendo por el precio y no por su calidad (potencial productivo, pureza, poder germinativo) está realmente “errando fiero… y lo pagará caro”

8-Fertilización: Los suelos de la pampa húmeda son deficitarios en fósforo. La fertilización fosforada es el complemento imprescindible para el arranque de las leguminosas, que por simbiosis aportan el nitrógeno tan necesario para las gramíneas, consolidando de este modo una asociación benéfica para todas las especies. Las respuestas a la fertilización son muy variables según muchas circunstancias y por eso es que sin dudas el productor debe asesorarse adecuadamente,  pero en términos generales a los actuales precios de leche y carne y por los costos de fertilizantes, se puede decir que por cada $1 incorporado al suelo por esta tecnología se recuperan de $ 4 a $5 por la mayor producción en cantidad y calidad de forraje y la mayor vida útil del lote.

9-Consociaciones de especies: no se pueden dar recetas, ya que son diferentes para cada zona. Entiendo que lo correcto es encontrar la, o las mezclas de especies que mejor se adaptan por suelo y clima, por lo que no se puede generalizar este tema. Asesórese bien y gane.

10-Manejo de la pradera: una vez cumplido el objetivo de lograr una buena pradera, el complemento necesario es el manejo adecuado. Para esto se deben seguir las muy sabias leyes del PRI, Pastoreo Racional Intensivo:

  • Alta carga instantánea,
  • Durante un corto período de tiempo, y con un prolongado período de descanso siguiendo la curva sigmoidea de crecimiento.

Finalmente: tres mensajes a tener en cuenta:   

  • “Las buenas técnicas favorecen la aplicación del sentido común, pero no lo sustituyen”.
  • “El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace”.
  • “El asesoramiento adecuado es clave para el éxito de una empresa agropecuaria”

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