La mastitis se lleva el 14% del cheque
Importancia de detectar la mastitis en los tambos
Méd. Vet. Sergio Castro
castro@intercasares.com.ar
Asesor en calidad de leche y rutinas de ordeño
+54 9 2396 510345
La mastitis continúa siendo la enfermedad que mayor impacto económico produce sobre el rodeo lechero en nuestro país.
Poniéndole números a las pérdidas
Las pérdidas ocasionadas son directas e indirectas. Las directas son aquellas que se deben al descarte de leche por tratamientos o la menor producción debido a infecciones clínicas pero más aún, a infecciones subclínicas, que pueden estimarse en unos 3 lts/vaca en ordeño/día para un rodeo con una tasa de infección del 35% (proporción de vacas que mantienen más de 200.000 CS; C. Vissio 2018, UNRC). Las pérdidas indirectas están asociadas a los efectos negativos sobre la reproducción y el aumento de la tasa de descarte como consecuencia de infecciones recurrentes en la glándula mamaria o bien menor producción o bajo desempeño reproductivo que tuvieron origen en una infección mamaria.
Para dimensionar las pérdidas directas basta con calcular que al precio actual de 16 $/litro de leche, un productor que ordeña 250 VO y promedia 23 lts/VO/día, cobra unos $2,6 millones por mes y los 3 lts/VO/día son unos $360.000, es decir que la mastitis se lleva el 14% del cheque.
A estas pérdidas debemos sumarle el gasto de control de la enfermedad, a través de las medidas de prevención (insumos como selladores, papel, terapia de secado, etc.) o medidas curativas como son los tratamientos contra la mastitis clínica para vacas en ordeño.
¿Por qué es importante registrar las mastitis en el tambo?
Existen varias razones que lo justifican:
- Organizar los tratamientos para reducir los errores y fracasos por mala implementación
- Darle continuidad a los tratamientos iniciados cuando el titular se ausenta
- Detectar las vacas crónicas o cuartos mamarios repetidores
- Monitorear la enfermedad para poder medirla (prevalencia e incidencia)
- Evaluar el desempeño de los tratamientos (eficacia de cura clínica)
- Detectar grupos de vacas problemas que direccione las medidas
- Cuantificar las pérdidas económicas por mastitis clínica
1. Organizar los tratamientos
Un simple protocolo con 4 antibióticos intramamarios cada 12 hs y 8 turnos de descarte de leche, requiere de 12 turnos de ordeño antes que se decida darle el alta. ¿Qué pasa si decidimos colocar dos dosis de un inyectable cada 24 o pretendemos cambiar a otro protocolo cuando no responde satisfactoriamente al primero?, ¿o se manifiesta una nueva mastitis en otro cuarto mamario?
Cada cuarto puede enfermarse de manera independiente, además existen protocolos muy variados, con diferentes períodos de aplicación y retiro en leche, por lo que la instauración de una correcta terapia a un grupo de vacas, requiere de un sistema de registro que ayuda a mitigar los errores.
2. Continuidad en los tratamientos
Muchas veces existe una persona encargada de los tratamientos que maneja su propio sistema de identificación (planillas, cuadernos, pinturas, etc.) pero solo él conoce su metodología. Para ello, deberemos generar una manera simple de registrar y gestionar para que a los tratamientos los pueda continuar cualquier operario de fosa que reciba una mínima capacitación.
3. Detectar vacas crónicas o cuarto repetidores
Las chances de cura de un cuadro clínico también dependen de si el caso presentado es el primero en la lactancia (70% de chances de cura), el segundo (50%) o el tercero (26%). Por este motivo, es necesario conocer mínimamente la historia reciente del cuarto a tratar y poder decidir la medida más acertada o incluso, anular un cuarto mamario si el caso se da siempre en el mismo.
4. Monitorear la enfermedad
Nunca se podrá solucionar un problema si no lo medimos o monitoreamos. Existen formas de cuantificar el impacto de la mastitis en nuestro rodeo, pero para ellos es necesario registrar cada caso que surge.
La foto del día (vacas enfermas en relación al total de la población) es la prevalencia y se expresa en porcentaje de animales enfermos. La película que nos muestra el comportamiento de la enfermedad a través del tiempo, es la incidencia y se mide como la cantidad de nuevos casos de mastitis en el lapso de tiempo que nosotros decidamos evaluar. Ambas son importantes para detectar las pérdidas económicas o hacer un seguimiento del éxito o fracaso de las nuevas medidas implementadas.
5. Eficacia de los tratamientos
Es un error tomar la decisión de qué insumo utilizar sólo por el costo del mismo. Existen diferentes variables que intervienen en el costo real de un tratamiento:
- Precio de los insumos y protocolo utilizado
- Tiempo de retiro en leche y producción individual
- Precio del litro
- Eficacia del protocolo aplicado
Veamos dos ejemplos donde sólo se modifica la eficacia del protocolo:
6. Detectar grupos problemas
Muchas veces el número frío de la prevalencia de mastitis no nos indica demasiado, solo cuantifica la proporción de animales enfermos. Pero si incluimos datos adicionales como los días en leche y la lactancia de la vaca, podremos diferenciar grupos específicos donde direccionar nuestras medidas preventivas de control.
7. Pérdidas económicas por mastitis
Mucho se ha hablado de las perdidas monetarias que implica ésta enfermedad. Es bien sabido que las mayores afectaciones económicas están debidas a una menor producción lechera de las vacas afectadas, aunque también es el punto más complejo de cuantificarle al productor de manera tangible. Sin embargo, a través de los registros podrá tener una aproximación a las pérdidas directas. Solo conociendo los tratamientos realizados en un período de tiempo, el gasto en insumos y los litros descartados, será fundamental para poder tener una aproximación de cuánto nos está costando la mastitis clínica. Sin embargo, es imposible lograrlo si no se deja prolijamente registrado cada tratamiento iniciado.