Retornos de más de casi $6 por cada $1 invertido
Fertilización de arranque en praderas permanentes
La fertilización con un adecuado “arrancador” en una pradera permanente es una técnica altamente conveniente que se paga sola en el 1er año, deja ganancia y hace un mejor lote por varios años.
Hemos observado en varias oportunidades y en distintos lotes, en que se han sembrado verdeos o praderas que no todos arrancaron con la misma velocidad. Quizás haya sido por el cultivo antecesor, época de siembra, competencia de malezas o baja fertilidad del lote. En esta nota, vamos a ocuparnos de la fertilidad, que es de suma importancia, ya que cuando una pradera arranca con mayor «pique» o fuerza, siempre llegaremos más rápido al primer pastoreo y durará más años.
El suelo es también un ser «vivo», en donde conviven componentes biológicos y minerales, además de tener un Ph adecuado, y todo esto es importante para el arranque y posterior desarrollo de las especies vegetales. Cuanto más equilibrado, en nutrientes y Ph, se encuentre nuestro suelo, mayor serán la energía al nacer y la longevidad de nuestro cultivo y, por supuesto, mayores serán su producción y el resultado económico.
Fertilizar a la siembra es clave
Está comprobado que, al mejorar la fertilidad en la banda de siembra, las semillas responden al germinar, incrementando su velocidad en el arranque, sobre todo cuando no presente el suelo carencias de los principales nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, azufre y en orden de importancia los micronutrientes, como el magnesio, manganeso, boro, zinc etc. Por más que se tenga el mejor balance nutricional, siempre hay respuestas positivas al incorporar los fertilizantes básicos junto a la siembra.
Fertilizar o no presentan grandes diferencias
Está comprobada la eficiencia en los cultivos, marcando diferencias de hasta un 40 % más de producción en un año. Las pasturas al no presentar deficiencias y estar con mejor sanidad, llegan más rápido al primer aprovechamiento, sus rebrotes son más enérgicos y los tiempos entre aprovechamientos se acortan. Así la producción es significativamente superior y mejoran los números económicos.
Con qué y en qué dosis arrancar una pradera
Hoy se tienen en el mercado fertilizantes llamados «arrancadores», para distintos cultivos. El más utilizado es el que 7-40-5-11. En donde son los grados, o el %, de los nutrientes en orden: 7 corresponde a Nitrógeno, 40 a fósforo, 5 a calcio y 11 al azufre.
Lo normal es utilizar una densidad de 70 kg de arrancador /ha, junto a la línea de siembra. Esto depende de la sembradora que se utilice, porque no todas colocan al fertilizante al costado y abajo de las semillas, que sería lo ideal, pudiendo entonces aumentar la dosis, sin dañar al embrión germinando.
Pero hay que hacer muy bien los números
Un buen nacimiento rápido, nos augura un buen futuro de las pasturas. El cultivo estará nutricionalmente mejor balanceado y por ende los animales tendrán mayor respuesta en carne o leche, que no es poca cosa.
Claro que siempre, y cada día más, se tiene que justificar cada inversión y la utilización de esta técnica también lo requiere. Damos aquí datos generales que son orientativos, pero lo mejor que puede hacer un productor es asesorarse adecuadamente. En todas las zonas hay colegas ingenieros que tienen experiencia. El trabajo profesional de un asesor es una de las inversiones que mejor retornan en resultados.
Pongamos el caso de una pradera en un suelo clase 2, es decir, no un super suelo agrícola pero tampoco uno pobre, que produce sin fertilizante “arrancador”, durante el primer año unos 12.000 kg MS/ha, kilos de materia seca por hectárea.
Al sembrarla con unos 70 kg/ha, en banda junto a la siembra, con arrancador (7-40-5-11), medimos en la práctica un 11% más de forraje, es decir unos 1320 kg más de MS/ha/año. Para justificar la inversión original de estos 70 kg/ha, que costaron U$30/ha ($1900), debemos pasar a convertirlo en leche y carne.
Respuesta en leche: $5,7 por cada $1
De estos 1320 kg más/ha/año, las vacas aprovechan en promedio un 60%, dando reales consumidos unos 792 kg de MS/año/ha. Si convertimos 1 kg de MS en 1 litro de leche, sería, a valor promedio actual de $16 el litro, un ingreso extra de $12.672 /ha/año. A esta cifra debemos descontarle el costo del arrancador que fue de $1.900/ha. Así tenemos el resultado de $12.672 – $1.900 = $10.772 /ha/año.
Si el costo adicional por el arrancador es de $1900/ha y el plus de ingreso es de $10.772, resulta que en este primer año de la pradera por cada $1 invertido quedan $5,7 adicionales ya pagado ese costo.
Respuesta en carne: $3,0 por cada $1
Con un buen manejo del pastoreo el aprovechamiento en ganadería de carne puede ser el mismo que con vacas de tambo, pero en la práctica es menor. Consideramos un 50%, es decir consumir 660 kg adicionales de MS/ha/año. La conversión en carne, la tomamos, para animales de peso medio, consumiendo 8 kg de MS, para producir 1 kg de incremento de peso vivo (kgPV). Así entonces, 660 producen 83 kg PV /ha/año.
El valor del novillo en pie está en $90,25/kgPV y así 83 kg generan $7.446. A esto debemos restarle el costo del arrancador de $1.900, quedando el plus de $5.545 /ha/año.
Si el costo adicional por el arrancador es de $1900/ha y el plus de ingreso es de $5.545, resulta que en este primer año de la pradera por cada $1 invertido quedan $3,0 adicionales ya pagado ese costo.