Mayo 2020

Porcinos

Hay que cuidar el mercado interno

El Productor Porcino

Imposibilitados de realizar en julio en forma presencial lo que iba a ser la décima edición de la tradicional Jornada de la Cadena de la Carne Porcina, la filial Oncativo de Federación Agraria Argentina se adaptó a las circunstancias y organizó en forma virtual una disertación de Jorge Brunori, de la mano de Agroverdad y con el soporte técnico de Agroeducación.

 

 

Brunori habló sobre la producción de cerdos en tiempos de pandemia, y esbozó cuál es la situación actual, las perspectivas en adelante y las estrategias que pueden implementarse para salir lo mejor posible del escollo: “De esta crisis vamos a salir, se va a superar” comenzó diciendo, optimista, el médico veterinario referente de INTA Marcos Juárez.

 

Dónde estábamos cuando empezó la tormenta

El año 2019 fue positivo, en términos generales, para la producción porcina nacional. Brunori mostró los números sobre las cinco variables de análisis principales: producción, faena, consumo interno, importaciones y exportaciones.

Las exportaciones fueron en alza, aunque Brunori advierte que ello no mueve la aguja en el mercado interno porque el volumen aún es muy pequeño como para descomprimir la oferta nacional. Por otro lado, se espera que el crecimiento de las exportaciones sea muy paulatino y lento, por lo que, aunque su desarrollo es una excelente noticia, llevará tiempo su beneficio.

Las importaciones, por su parte, estuvieron en baja (-24% respecto de 2018), y ese volumen apenas representa el 5,4% de la carne porcina consumida por los argentinos en 2019.

La producción y la faena, por su parte, tuvieron un 2019 de crecimiento, en 1,5% y 0,8% respectivamente. Ese crecimiento, aunque leve, estuvo traccionado, como siempre, por el consumo interno.

Brunori advirtió además que, a partir de marzo de 2019, el consumo interno comenzó a sufrir una baja que resultó en un -2% respecto de 2018. Ello se debió en parte al aumento del precio del capón (que representa el 25% del precio en góndola), por lo que el precio del kilo de carne de cerdo se acercó demasiado al de la carne vacuna. “Cuando eso pasa, el consumo se retrae” explicó Brunori. En hábitos de consumo, está claro que los argentinos siguen eligiendo la carne vacuna cuando el factor precio no es determinante. “El precio en góndola del cerdo debería estar siempre un 20-30% por debajo del bovino para que no baje el consumo. 

Y llegó la tormenta

“El 2020 parece un año dentro de otro” bromeó Brunori. Es que a la hora del análisis de lo que el 2020 nos dejará, será necesario ver al coronavirus como una especie de bisagra. Hay un antes y un después.

La lectura de los primeros meses del año está atravesada completamente por la pandemia y sus consecuencias en el consumo, en la producción y sobre todo en el mercado internacional.

De enero a marzo 2020, cuando Argentina aun no estaba directamente afectada por el virus, pero sí ya había golpeado a las potencias del hemisferio norte, la producción y la faena iban a buen ritmo. Las importaciones seguían bajando respecto de los mismos meses del año anterior (-41%), y las exportaciones seguían creciendo en volumen (28%) aunque a precios inferiores.

La pandemia de Covid-19 llegó a la Argentina y el 20 de marzo se declaró el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Aunque la producción agroalimentaria estuvo exceptuada de la cuarentena desde el minuto cero, las consecuencias se hicieron sentir rápidamente: ya no hubo asados con amigos, reuniones y fiestas, cerraron los bares y restaurantes, se terminó el turismo, bajó el poder adquisitivo de las personas y, con ello, cambiaron también los hábitos de consumo.

La fuerte baja del consumo redujo la demanda de la industria. Aunque las importaciones también se redujeron, un mercado externo poco desarrollado para las exportaciones no es aún suficiente para equilibrar los números, y el precio del capón al productor se redujo un 16%. Con la notable baja de la rentabilidad, Brunori advirtió que corre riesgo la sostenibilidad de las granjas, sobre todo de las de pequeña y mediana escala.

¿Situación coyuntural o nuevo escenario?

Para Brunori, un poco de ambas. “Esta crisis se va a terminar, es coyuntural”, dijo el veterinario. Y aunque aseguró no creer que después de la pandemia el mundo sea muy distinto, enumeró algunas cuestiones que sin duda nos indican que el escenario será otro, y “tenemos que estar preparados”, advirtió.

Entre las variables que mencionó el analista, se encuentran la caída de la actividad económica y su necesaria reactivación posterior, el aumento del desempleo, la pobreza y la inflación, el aumento del dólar oficial, los precios relativos de los granos, los resultados de la negociación de la deuda. Se refirió también a la reactivación del mercado chino y a la competencia internacional.

Para Brunori, “La producción porcina en Argentina tiene un escenario futuro incierto, con amenazas y desafíos, pero también con oportunidades. La rentabilidad del negocio y la sostenibilidad productiva de los próximos años estará basada en la eficiencia integral del sistema, en el posicionamiento estratégico en el mercado y en la visión empresaria del productor”.

Para el veterinario de INTA Marcos Juárez, cuando esto haya pasado, habrá que “sentarse a discutir algunos temas seriamente. Temas que ahora no sirve discutir. Pero hay que ocuparse en algún momento. Hay que ser eficientes independientemente de la escala, bajar costos de producción para independizarnos del precio del capón, hay que hacer gestión más que nunca, hay que tener estrategias de venta, eliminar intermediarios, avanzar en la cadena de producción, y tener una representación sectorial unificada, para ser más fuertes y llevar al estado las propuestas de políticas que necesitamos todos”.

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