En el norte del país, los cuadros más tempranos comienzan a entrar en floración bajo un escenario de sequía severa que compromete los rendimientos. Dado que en esta región el trigo se siembra con doble propósito, es posible que parte del área termine únicamente cumpliendo el rol de cultivo de cobertura. Sobre el centro del área agrícola, la situación es variable. Al oeste, la falta de lluvias continúa demorando el desarrollo y dando lugar a plantas de escaso crecimiento. Si bien aún se encuentran en estadíos vegetativos, necesitan lluvias para generar masa foliar capaz de sostener el futuro llenado de los granos. No obstante, al centro-este, aquellos lotes que se prendieron a la napa, aun aguantan la falta de lluvias siempre y cuando no se incrementen las temperaturas.
Por último, las labores en el sudoeste del área productiva finalizaron, con una reserva de agua relativamente adecuada, aunque con crecimiento lento por las bajas temperaturas. Por otro lado, en el Sudeste de Buenos Aires se alcanzó el 97,4 % de la siembra y de mediar buenas condiciones se terminará en los próximos días.