Producir XXI, agosto 2024

Lo más costoso es lo que no se hizo

 

 

Claudio Zuchovicki

Extractado de La Nación

El costo de oportunidad es el beneficio al cual se renuncia al optar por algo y la economía, en definitiva, consiste en hacer elecciones; reflexiones sobre las consecuencias de cómo se actúa, a nivel personal o como país

El peor error es el que no se ve, el que no aparece en una planilla o en un balance. Lo más costoso fue lo que no se hizo.

La corrupción en la Argentina no es sólo el monto que se robó, sino lo que se pudo haber hecho con ese dinero y la riqueza o progreso que se perdió por no haberlo hecho.

Cada autopista no terminada impidió el desarrollo en ciudades que quedan desconectadas, o hizo que llevara el doble de tiempo y de costo proveerlas de mercaderías. Adicionalmente, podemos preguntarnos cuántas vidas se hubieran salvado si se hubieran mejorado las rutas que están en mal estado y los hospitales que atienden en condiciones precarias. Y esas vidas no salvadas, ¿cuánto terminaron afectando a familias que se vieron imposibilitadas de salir adelante?

¿Cuánto dinero y cuánto desarrollo futuro nos cuesta, como sociedad, la inseguridad? El gasto en protección personal genera desigualdades entre quienes pueden acceder a ella y quienes quedan a la buena de Dios.

¿Cuánto dinero nos lleva atender trámites burocráticos que no tienen sentido, solo para satisfacer a un regulador o a un burócrata de turno?

El problema es cuando, a causa de regulaciones y de leyes vigentes, la cabeza de la empresa pasa más tiempo en la administración, en las finanzas o en cuestiones tributarias, que en concentrarse en el producto y en el contacto con los clientes.

Nadie crea una empresa para administrarla ni para tener empleados. Las empresas se crean para hacer algo con la esperanza de ganar dinero y de poder seguir haciéndolo. Adam Smith decía que el objetivo del tabernero no era calmar la sed de los visitantes, sino satisfacer sus propias necesidades de ganar su sustento diario.

Es un problema cuando las áreas secundarias de una empresa se vuelven más importantes que las de producción y que la experiencia del usuario. Es anormal que el gerente financiero gane más que el de producción.

Un factor importante detrás de la riqueza de un país es si sus instituciones incentivan o no a la gente a esforzarse.

Finalmente, el riesgo país, no resulta sólo de la cotización de los bonos que haya emitido, sino de si un país tiene o no tiene una justicia que haga cumplir los contratos y que proteja la propiedad privada. A las personas les gusta trabajar y sentirse útiles si ven que su esfuerzo se recompensa, si el valor agregado que generan se distribuye justamente, y si les permiten trabajar más en el presente para poder jubilarse dignamente en el futuro.

Si vivimos en una sociedad a la que no le importa lo robado, no le importa el tiempo perdido, no le importa la burocracia exigida, entonces el costo de oportunidad asumido por vivir en ella es irrecuperable.

Siempre, pero siempre, es el usuario o el consumidor el que valida con sus actos una historia, un precio o una tendencia.

Es el usuario el que tiene la decisión final de si algo perdura o no en el tiempo.

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