Producir XXI, noviembre 2020

El tambo que no crece, decrece. (¡Y qué precios de hacienda de tambo en Laspiur!)

Nuestra visión es que el tambo que no crece decrece. Se achica, va quedándose atrás, se queda rezagado. Pero no nos referimos sólo al crecimiento en litros de producción, es más que esto, aunque lo incluye. Sea hoy un tambo chico, mediano o grande, si de aquí en más no sigue creciendo, tiene poco futuro.

  • Crecimiento en producción, litros/día: es muy claro que año a año, la empresa tambera que no crece, pero está rodeada de otras que sí lo hacen en realidad se va achicando, es cada vez menos competitiva, menos preparada para enfrentar el futuro. También año a año va acostumbrándose a mayores costos, y para cubrirlos necesita facturar más, vender más leche. Si no lo hace su resultado económico se achica y cada vez tiene menos futuro.

  • Crecimiento en cantidad de hembras en el rodeo: tener más vacas, vaquillonas y terneras en el tambo es fundamental. Las terneras y vaquillonas son el futuro del tambo, son las que permiten aumentar la presión de selección y quedarse con las mejores, las que consumen alimentos como el promedio, pero producen más que el promedio y además se preñan sin problemas. Una herramienta clave para tener más hembras en el rodeo es el semen sexado, es decir el semen que en vez de generar un 48-50% de hembras logra más del 90-92%. En esta edición incluimos una muy buena nota de la Ing María José Salgado sobre este tema. Allí vemos que, con el semen sexado bien utilizado en vaquillonas y vacas de 1er parto, el tambo crece un 10-12 % adicional por sobre su reposición normal. 
  • Crecimiento en carga animal, más VT/ha y más VO/ha: es algo también imprescindible. Todos los trabajos de INTA, CREA y otros, que comparan resultados productivos y económicos de tambos marcan a la carga animal como un factor clave, fundamental. Y para crecer en carga es primordial generar más hembras (semen sexado), mejorar la crianza y recría y afinar el manejo reproductivo para crecer en %VO/VT.
  • Crecimiento en el uso de modernas tecnologías, de esas tecnologías que ya no se puede hablar acerca de que “son el futuro”, ya “son el presente” y no se puede dejar de incorporarlas. Claros ejemplos los tenemos en dos notas de esta edición donde el uso de la identificación electrónica facilita el trabajo y hace que el manejo del rodeo sea seguro, mucho más sencillo y eficiente y hace posible la trazabilidad de la producción, con mejor acceso a los mercados.
  • Crecimiento en el cuidado del ambiente, como relata la muy buena nota de Agustina Curcio de este mes, mostrando la experiencia del tambo de Andrés Egli que puso en marcha un proyecto con la orientación del ADA, autoridad de agua, de la provincia de Buenos Aires, y con un costo de instalación de alrededor de medio mes de leche.
  • Crecimiento en las condiciones de vida y de trabajo de la gente, porque para poder llevar adelante un tambo el personal operario es clave, y cada vez más, si el hombre no está con satisfacción, reconocido, bajará los brazos y se irá a trabajar en otro lado.
  • Crecimiento en el manejo, la gestión, de la empresa, que significa afinar sin pausa, permanentemente, las formas de producir y de manejar el negocio. Manejar lo productivo, lo económico, lo financiero y lo impositivo. 

La lista de los crecimientos necesarios es más larga, pero éstos son algunos principales para salir adelante, para tener un tambo con futuro. Es como decimos: “El tambo que no crece, decrece”. Y algo de esto nos dicen los precios de hacienda de tambo en el Remate 7° Aniversario de la firma Remates Rurales, en Saturnino María Laspiur, Córdoba, que superaron los $200.000 en vaquillonas. Esto algo quiere decir. Marca tendencia. Ya veremos.

Cuidese cada uno y cuide a los demás. 

Hasta la próxima,

Ing. Luis Marcenaro

Director de Producir XXI

 

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