Antes de realizar algún cambio en la cantidad de alimento que dejamos en los comederos debemos tener al menos 3 días de una misma lectura para cambiar la cantidad ofrecida. Es decir, si durante tres días seguidos, encontramos el comedero totalmente lamido, o sea 0, las vacas seguramente se están quedando con hambre, por lo que deberíamos aumentar la cantidad de comida ofrecida.
También nos puede pasar que vengamos con varios días anotando los comederos con el número 1, que sería lo ideal y de repente ese día el comedero esta con la mitad de la comida. ¿Qué hacemos?, ¿le seguimos dando la misma cantidad? o ¿le damos menos?
Se debería suministrar la misma cantidad que el día anterior, pero hay que prestar atención los días siguientes. Porque, puede ser que haya llovido, el alimento este ardido y no lo quieran comer. O que el día anterior se haya dado más concentrado de lo normal y están con alguna molestia ruminal. Por eso hay que monitorear los días siguientes.
En síntesis
Una correcta lectura de comedero sirve para conocer y controlar las variaciones de consumo, pero también para ver si los comederos están limpios o si algún ingrediente tiene hongos, por ejemplo.
Monitorear es clave para lograr eficiancia en el uso de los alimentos.