Motivación, clave en el éxito de la dieta

Lic. Josefina Marcenaro

Licenciada en Nutrición

jmarcenaro@hotmail.com

“La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar”  (Jim Ryun).

Ganas de querer lograrlo y la confianza de que se puede

Uno de los problemas que suelen surgir cuando queremos seguir un plan para adelgazar no personalizado o altamente prohibitivo, es que éste sólo contempla la parte física del proceso. Entonces, cuando se consigue seguir la dieta que te pasaron o la de moda que leíste, se obtienen resultados transitorios. Luego si no se tiene en cuenta nuestras emociones y nuestra mente no está “tranquila” volvemos a caer fácilmente  en antiguos patrones de conducta y a cometer los mismos errores, entrando así en el circulo vicioso del fracaso.

Esto genera desgano y desmotivación. Llegan al consultorio en busca de otra fórmula mágica que logre sus objetivos en sólo días, y ahí está el problema. No existe la magia. Se necesita de esfuerzo y orden, entender el problema y trabajar para modificarlo. Se requieren las ganas de querer lograrlo y la confianza de que se puede. Se precisa “eso” que hace que salgamos del lugar de confort, y así derrumbar las “excusas”.

Motivarnos para conseguir nuestro objetivo

Una manera importante de conseguir resultados duraderos es motivarnos para conseguir nuestro objetivo de manera placentera. Me arriesgaría a decir que la motivación es central al momento de comenzar un plan para perder peso. Sin motivación no comenzamos.

La motivación es la inclinación a realizar ciertas cosas o esa emoción que nos invade al pensar que podemos lograr un objetivo a través de nuestro esfuerzo, es el impulso que nos invita a que tomemos acción sobre algo.

Pero lo cierto es que la fuente de la motivación o la forma en la que se manifiesta no es siempre la misma para todos. Es importante aclarar la diferencia entre la motivación “extrínseca” y la “intrínseca” ya que es la que más nos va a servir aquí.

  • Motivación extrínseca

Como su nombre indica, cuando nos referimos al tipo de motivación extrínseca estamos hablando de estímulos que nos impulsan a actuar, que son provenientes del exterior y de la actividad que realicemos. En este sentido, lo que nos motiva en realidad son las recompensas externas que obtenemos al lograr el objetivo. Por ejemplo:

  • Planifico el menú semanal porque mi nutricionista me lo pidió.
  • Como más frutas y verduras porque me lo recomendaron para bajar de peso.
  • Voy al gimnasio porque quiero llegar con menos peso al casamiento.

Motivación intrínseca

Podríamos definirla como la motivación que obtenemos por el simple disfrute de realizar la actividad. Es decir el sólo hecho de desarrollar la actividad constituye el objetivo y la gratificación. Por ejemplo:

  • Planifico los menús semanales porque disfruto de buscar recetas e innovar.
  • Utilizo diferentes colores en la elaboración de las comidas porque me parece divertido y me da placer verlo.
  • Utilizo verduras todos los días porque me encantan su sabor y texturas.

Para tener en cuenta…

Si leíste bien, no importa si te motiva la recompensa o algo en tu interior, lo que necesitas es arrancar y lograr formar un buen hábito. Necesitas romper con ese “no puedo” y comenzar a moverte, necesitas comenzar el cambio y lograr un hábito porque como bien citamos al principio: “La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar” (Jim Ryun).

 

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