En el norte del país los lotes más tempranos inician espigazón bajo un escenario de déficit hídrico severo, que se verá reflejado en los valores de rindes esperados hacia el cierre del presente ciclo. En esas regiones, el porcentaje del área que presenta una condición de cultivo entre regular y mala es de entre 40 y 50 %, siendo los cuadros en expansión de hojas aquellos con posibilidad de recuperación si reciben lluvias.
Hacia la franja central, los registros de altas temperaturas de los últimos días han incrementado la demanda de agua de los lotes. En paralelo, la alternancia con eventos de heladas y la falta de precipitaciones han estresado aún más a los cuadros en desarrollo, impidiendo su fertilización y comprometiendo su estado sanitario, con registros de mancha amarilla, roya y pulgones.
Finalmente, el sur del área agrícola entra en la etapa final de siembra, con una condición hídrica apropiada, tanto para la implantación del área remanente como para la fertilización de los cuadros en desarrollo. Si bien algunos sectores del Oeste de Buenos Aires – Norte de La Pampa presentan escasez de humedad, la demanda del cultivo se mantiene en niveles bajos por el pequeño tamaño de las plantas y las bajas temperaturas.